Futura Licenciada en Administración y Dirección de Empresas por vocación, responsable por deber, shopaholic por pasión, perfeccionista por defecto y loca por amor.


sábado, 4 de febrero de 2012

LA GENERACIÓN AVE FÉNIX

Como si de una novela de misterio se tratase, alguien, a quien Dios tenga donde le convenga el día de mañana, decidió, si sopesar lo que hacía, que iba a referirse a mi generación como “la generación perdida”. Resultó que este término tan desacertado cayó en gracia entre las más sensacionalistas y demagogas mentes de este país. Tiempo no les faltó para difundirlo allá donde fueron y donde escribieron, con tal mala suerte que las receptoras fueron mentes aún más pobres en criterio y parcas en esperanzas, si cabe, que las que lo propagaron. Y así, sin comerlo ni beberlo, se expandió el virus.

Por eso, tratémoslo como todo virus que se precie; es decir, con precaución. No hacen falta vacunas ni medicamentos, solo párense a pensar primero a quiénes se lo están diciendo para no seguir haciendo daño. Porque yo me niego a decirles a todas esas personas que se están dejando la piel (y la espalda, porque mira que son incómodas las sillas de la biblioteca) en estudiar, que somos parte de la generación perdida.  Y más aún me niego a decirle eso mismo a aquellos padres que se están sacrificando día a día y trabajando duro para permitir que sus hijos se sigan formando y puedan tener en un futuro mejor calidad de vida que la que ellos tuvieron. Y qué necesidad hay de mencionar este tema ante los abuelos de mi generación y quebrar su esperanza de que sus nietos lleguen donde ellos jamás hubiesen imaginado. Pues la suya bien podría haber sido una verdadera generación perdida y, sin embargo, son un ejemplo de superación.

En conclusión, queda patente que el antiquísimo refrán español que dice aquello de que “cada uno recoge lo que siembra” ha quedado obsoleto. Pues, señores, reconózcanlo, mi generación está recogiendo lo que ustedes mal sembraron en su día. Y es que no hemos sido promotores, sino más bien víctimas, de aberraciones varias a la integridad cultural, económica y social de este país a lo largo de los últimos veinte años. El detonante final, como no podía ser de otra manera, la crisis económica actual. Y es que el tema tiene tela. Resulta que entre tanto inteligente que por ahí andaba suelto, nadie se percató de la que se estaba liando en España. Y ni unos quisieron hacer nada cuando la burbuja inmobiliaria se estaba hinchando, ni otros supieron qué hacer cuando ya les explotó en la cara. Y ni se tomaron las medidas adecuadas en su día, ni se están tomando ahora. Lo único en lo que parece ser que coinciden la mayoría es en pensar que los de mi generación lo tendremos, por qué no decirlo, jodido para encontrar trabajo el día de mañana.

 Y qué quieren que les diga, pero yo aún no entiendo por qué quieren hacernos cargar, además, con el lastre de ser “la generación perdida”. Ni hemos perdido la esperanza de que la situación mejore y el país salga adelante, ni hemos perdido las ganas de seguir estudiando y formándonos para convertirnos en los futuros profesionales del mañana (y mira que nos lo están poniendo difícil).

No sientan tanta lástima por nosotros, que ya ven que perdidos no estamos, y empiecen a vernos como lo que realmente somos. Jóvenes preparados y dispuestos a resurgir de esta situación en la que nos hemos visto involucrados para luchar por nuestro futuro y el de las generaciones venideras. Somos auténticos Ave Fénix.

sábado, 20 de agosto de 2011

No sé qué tienen los Manolos que las vuelven locas...

Cuando hablo de "los Manolos" no me estoy refiriendo al conocido grupo de rumba catalana que en la década de los noventa triunfó en las listas de éxitos con su canción Amigos para siempre.
Tampoco me refiero a Manu Carreño y Manolo Lama, comentaristas deportivos de Cuatro.
Me estoy refiriendo a los zapatos más conocidos del panorama mundial, que han recibido este nombre de su creador, el español Manolo Blahnik.

Su extravagante pero a la vez elegante diseño hace de ellos unas piezas únicas, lo cual los convierte en los más deseados entre las féminas. Sin embargo, no están al alcance de todos los bolsillos, ya que en la actualidad su precio oscila entre los 500 y los 4.000 euros.

Algunas de las famosas adictas a estos zapatos son Lady Gaga, quien en su canción Fashión dice que ama "esos Manolos"; Madonna, quien se atrevió a calificar sus zapatos como "mejores que el sexo"; o Kylie Minogue, quien en su gira Showgirl incluyó en todos sus cambios de vestuario diseños exclusivos de los famosos Manolos.

Pero, posiblemente, el ejemplo más famoso de mujer adicta a los Manolos es el de Carrie Bradshaw (Sara J. Parker en Sexo en Nueva York), la cual, pese a su sueldo de escritora, acumula una cantidad de pares de dicha firma bastante considerable. Posiblemente, su par más famoso son los Manolo Blahnik en azul satinado que Mr. Big coloca en su pie, cual Cenicienta, para pedirle matrimonio tras una de sus crisis.
No es de extrañar que, naturalmente, y ante tal "anillo de pedida" ella dijera "Si, quiero".




¿El Papa viste de Prada?

En el desenfrenado e impetuoso mundo de la moda en Nueva York, la revista Vogue (Runway en la película El diablo viste de Prada) es el Santo Grial.
Sin embargo, no es el diablo el único que, por lo visto, viste de dicha firma italiana.
En los últimos días, acentuado por la visita del Papa a Madrid con  motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud, han sido más y más los osados que se han atrevido a asegurar que Su Santidad calzaba mocasines rojos de Prada.
Escalofriante símil entre dos figuras tan antagónicas.


 

Lo cierto es que dichos rumores son totalmente falsos, motivo por el cual el periódico del Vaticano se ha apresurado a desmentirlos, afirmando que el creador de los mocasines rojos del Papa no es otro que el diseñador italiano Adriano Stefanelli.
Sin embargo, no deja de sorprenderme la forma en que han negado tal información y es que el Osservatore Romano ha afirmado que "El Papa, en suma, no lleva Prada sino Cristo".

Y qué se puede decir ante semejante sentencia. Pues nada, oye, AMÉN.
Está claro que aunque para muchos Prada sea divino, todavía está lejos de entrar en la casa de Dios. Habrá que esperar...

viernes, 19 de agosto de 2011

My 10 "must-have" clothing.

Este blog es como mi armario, siempre lleno, pero siempre deseoso de nuevas adquisiciones. A veces siguiendo un orden escrupuloso y otras tantas rozando el caos más absoluto. Con prendas que van y vienen y otras que permanecen fijas en el tiempo (porque las modas son pasajeras, pero para el estilo no pasan los años).
Y, al igual que mi armario, de este blog espero que pueda congregar tan variopintas entradas, como variopintas espero que sean las prendas que en ellas aparezcan.

Y así pues, considero oportuno inaugurarlo con el 10 must-have clothing, para los que no están muy puestos en la materia, el top 10 de las prendas que toda persona debería tener en su armario para combinarlas de manera que pueda ir bien vestida sea cual sea la ocasión.

1.- Para comenzar, mis números uno por excelencia serán el pantalón vaquero para él y el pitillo vaquero para ella. Sea cual sea el momento.
Durante el día, combinado con camiseta y calzado cómodo.
Durante la noche, zapato para ellos y taconazo para ellas, ambos con camisa y americana.





2.- En segundo lugar encontramos la camisa, ya sea en su versión más clásica, como en su forma más original. Esta prenda da un toque formal a cualquier look.
Durante el día es recomendable su versión más clásica, combinada con vistosos accesorios en el caso de ellas.
Durante la noche, recomiendo a las señoras que se atrevan con sugerentes transparencias. Para los caballeros no hay recomendación posible, ya de por sí están perfectos cuando se ponen una camisa.



3.- El tercer lugar lo ocupa la clásica camiseta de manga corta o tirantes, ideal para ocasiones en las que prima la comodidad sobre cualquier otra necesidad.
Durante el día, hippie y con colores vivos.
Durante la noche, con aire rockero y toque bicolor.

 


4.- El cuarto lugar lo ocupa una de mis prendas favoritas, la americana.
Durante el dia, en colores tanto vivos, como pastel.
Durante la noche, color negro por excelencia.

 


5.- En el ecuador de este top 10 encontramos el traje para ellos y el vestido para ellas. Ideales para aquellas situaciones que requieren dotar a nuestro look de un toque más chic.
De día, recomiendo usar tanto colores pasteles como vivos, nunca negro.
De noche, colores oscuros, con taconazos para ellas, y con posibilidad de incluir telas transparentes y brillantes.

 


6.- En sexto lugar, no nos podemos olvidar de un buen abrigo que nos proteja del invierno y que sirva tanto para diario como para salir por la noche.

 


7.- En séptimo lugar, todo un clásico del verano, los shorts y las bermudas, ya sea en vaquero, o en cualquier otro color.

 


8.- En octavo lugar, calzado de arreglar; es decir, taconazo para ella y zapato para él.
Si quieres un look más desenfrenado, con vaqueros, camiseta y americana.
Para las noches dignas de etiqueta, únicos compañeros del vestido y el traje.

 


9.- Rozando ya el final de esta lista, nos encontramos con las sandalias planas y las Converse; es decir, calzado cómodo para el dia a día.

 

10.- En último lugar, y no por ello menos importante, no hay que olvidarse del fantástico mundo de los complementos. En este caso, soy incapaz de elegir ningún ejemplo concreto y general, así que voy a optar por todo un clásico: bolso para ella y reloj para él.

 

Y aquí acaba "my 10 must-have clothing".
Espero que os haya gustado y, obviamente, acepto sugerencias para un próximo top 10.